En nuestro último boletín, sentamos las bases para convertirte en un gran conversador y conseguir que fueras el centro de atención de las reuniones sociales.
Si recuerdas, establecimos que nuestro centro de atención
serían los nudos conversacionales, y a partir de ello crearíamos nuevos temas
de conversación, los cuáles a su vez generarían nuevos nudos conversacionales,
y así hasta que tú quisieras.
Espero que hayas estado practicando, ¿qué tal te ha ido?
Funciona, ¿verdad?
Ahora, te voy a mostrar nuevas posibilidades, porque como
seductor virtuoso debes tener todo bajo control y no dejar nada al azar.
Imagínate que estás hablando con una chica preciosa, y que ya
habéis alargado vuestra conversación hasta el límite, y no surge ningún nuevo
tema de conversación.
¿Qué haces? ¿Te das por vencido? ¡Eso nunca!
Para salir del apuro, tienes el lugar en el que te encuentras
y todo lo que le rodea. Ahí tienes otra fuente inagotable de temas de
conversación que puedes aprovechar.
Vamos a ver un ejemplo para ilustrarlo:
(Te invitan a la fiesta de unos amigos que se acaban de mudar
a su nuevo apartamento. Estás hablando con una antigua amiga, Lucía, y ya os
habéis contado todas vuestras batallitas. La conversación languidece y tú
apareces con un nuevo tema).
-
Parece que Joaquín y María han hecho los
deberes. Han dejado el apartamento muy bonito.
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Ya lo creo, ¿les ha ayudado algún decorador de
interiores?
-
¡Qué va! Lo han hecho todo ellos solitos.
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Lo que más me ha gustado es el contraste de colores.
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A mí también, ¡es genial!
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Un poco atrevido, eso sí, pero muy original.
-
¡Y funciona! ¿Y que me dices del sofá?
¡Ya está! Ya tienes una nueva conversación.
El lugar en el que te encuentres no te servirá solo para
revitalizar conversaciones que decaen, sino que también lo puedes utilizar para
iniciarlas.
¿Estás buscando el amor? Regístrate y encuentra a tu pareja perfecta cerca de ti.
(Estás en la cola del supermercado y justo delante de ti hay
una pelirroja que te atrae. Comienzas tu conversación).
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Espero que no tarden tanto como la última vez.
-
¿Cómo?
-
Antes de ayer, estaba aquí mismo en la cola, y
se les estropeó el scanner, así que tuvieron que pasar todos los productos a
mano.
-
¡Tardarían un siglo!
-
Pues casi. Las cajeras de hoy en día solo están
acostumbradas al scanner.
-
Cosas de la tecnología.
-
Yo recuerdo que en la tienda que estaba en la
esquina de la casa de mis padres, había un chico que trabajaba en la caja que
era un hacha con la registradora. Marcaba los productos con una velocidad
increíble. ¡Y sin scanner!
¿Captas la idea?
Observa a tu alrededor y trata de encontrar temas de
conversación sobre cualquier objeto o acción que merezca la pena reseñar.
Ahora, cada vez que vayas solo por la calle tendrás que hacer
el ejercicio de imaginarte conversaciones que partan de las cosas que te
rodean.
Porque, como siempre te digo, si quieres que todo te salga a
la perfección cuando estés delante de esa chica que te vuelve loco, tienes que
practicar, practicar y practicar.
Y
cuando creas que ya lo tienes dominado, continua practicando.
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